No todas las almohadas son iguales

No todas las almohadas son iguales

Ya se acaba el verano y empieza de nuevo la rutina y la vuelta al otoño. Es algo que a todos nos parece costar, pero si descansamos correctamente seguro que se lleva de mejor manera.

En Fábrica Sofás una de nuestras máximas es tu comodidad, pero esa comodidad no puede llevarse sólo en el sofá de tu salón y queremos asegurarnos de que tengas información de primera mano para que tus descansos sean adecuados y puedas afrontar de mejor manera el día a día.

Para lograr el descanso adecuado y poder seguir adelante con todas las energías es completamente indispensable que todo el cuerpo esté alineado, es decir, que tanto la columna vertebral, la cabeza y el cuello estén recto. Esa es la función básica de una almohada. La cuestión es elegir la almohada adecuada para nuestro estilo a la hora de dormir para favorecer la “línea recta”.

¿Cómo elegimos el tamaño adecuado? No hay una regla mágica lo que sí se suele decir en general es que la altura de la almohada debe ser algo mayor que la anchura que existe entre el lateral de la cabeza y el hombro. Pero por supuesto, dentro de esa regla la anchura de la almohada debería cambar:

-          Almohadas medio-altas: Son aquellas que rondan los 15 cm y son ideales para los que duermen de lado para mantener la columna recta y la cabeza no se sitúe en niveles menores.

-          Almohadas medianas: Son aquellas que rondan los 12 o 13 cm y son adecuadas para aquellos que duermen sobre la espalda. Se recomienda que no sean muy duras para no ejercer una presión innecesaria sobre el cuello.

-          Almohadas bajas: Son las almohadas que rondan los 10 cm y son las indicadas para niños o para las personas que duerman boca abajo. A veces, para estos casos se puede llegar incluso a prescindir de almohada.

Obviamente no nos podemos guiar por medidas dichas porque cada cuerpo es un mundo y lo mejor para no fallar es probarla.

Por supuesto, no sólo el tamaño importa. El relleno también es sumamente importante y a lo tocante a este tema tenemos un mundo abierto ante nosotros.

En primer lugar, tenemos las almohadas de espuma que suelen estar rellenas de poliuretano. Suelen tener efecto memoria por lo que se mantiene nuestra huella en la almohada durante un tiempo. Es ideal para las personas que duermen de lado por ese lapsus de adaptabilidad.

Otro ejemplo de almohada son las de látex. Es un tipo de almohada que sujeta mucho la cabeza y admite bien todo tipo de movimientos. Además, es la más adecuada para aquellas personas con alergia a los ácaros.

Las almohadas sintéticas suelen tener relleno de poliéster y son almohadas blandas altamente adecuadas para personas con bajo peso (delgadas o niños). Hasta hace poco eran ñas más comunes.

El último tipo de almohada que nombraremos serás las de pluma y plumón. Son almohadas deformables y que vuelven al punto de origen rápidamente, blandas. Es decir, que no sujetan bien el cuello. Son las almohadas más adecuadas para las personas que duermen boca abajo por ser tan blanda pero no está recomendada, por ejemplo, para niños.

 

En Fábrica Sofás no todo van a ser sofás y sillones, elementos que adoramos, pero entendemos que tu descanso y comodidad abarca mucho más.

También te recomendamos que si quieres que tus almohadas duren más tiempo sería adecuado que las airearas, que usaras ambas caras por igual, que las lavaras (y para ello la almohada debe ser lavable, que hay algunas que no lo son) un par de veces al año y por último, y esto es muy importante, que nunca uses la almohada directamente. Utiliza fundas. Además, pueden darte mucho juego en la decoración de tu habitación.

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