Para que un gato deje de arañar el sofá, primero hay que entender por qué lo hace y luego tomar las medidas adecuadas. En general, los felinos tienen este comportamiento como una forma de marcar, de limarse las uñas o como respuesta al estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Una vez determinada la causa, hay que poner en marcha una secuencia de procedimientos y pasos para ayudar al animal a redirigir su comportamiento hacia elementos adecuados y, en caso de estrés, reducir la tensión.
Es por ello por lo que, en este artículo, repasamos las formas más eficaces de evitar que tu gato arañe tu sofá. ¡Sigue leyendo para saber más!
Soluciones para que tu gato no arañe tu sofá
1. Rascadores
Son la opción más tradicional. Los gatos, en cambio, tienden a despreciarlos y prefieren dirigirse directamente al sofá antes que prestar atención a ese poste de rascado que conseguiste con todas tus esperanzas.
Para evitarlo, busca postes de rascado que tengan un aspecto similar al de los muebles que arañan. Si no son estables y no se mueven, el gato hará caso omiso del poste de rascado.
También recomendamos tener varios rascadores para que el gato tenga varias opciones de entretenimiento. Si a tu gato le sigue gustando arañar el sofá a pesar de tener una variedad de rascadores para elegir, instala un poste rascador en la parte del sofá donde normalmente araña.
Hay otros olores que atraen a los gatos hacia un objeto, así que no tengas miedo de incorporarlos al nuevo rascador.
2. Mantén el acceso al sofá al mínimo
También puedes crear una zona prohibida y poco atractiva para el gato en el sofá. ¿Cómo? Cubriéndolo con una sábana u otra tela, por ejemplo, se moverá y no proporcionará al gato la satisfacción que busca.
Algunos tejidos son muy poco atractivos para los gatos. Los gatos tienden a evitar textiles como el terciopelo, el cuero genuino y la felpa. Aprovecha para hacer una funda de sofá o incluso cortar un trozo de uno de estos tejidos para utilizarlo en lugares estratégicos.
Otro método para limitar el movimiento del felino es colocar estanterías u otros muebles en las zonas donde se rasca. También puedes utilizar cintas adhesivas de doble cara para ayudarte. Colócalas sobre el lugar favorito de tu gato para arañar y acabará en esta pequeña trampa la próxima vez que intente hacerlo.
3. Productos repelentes para gatos
También existen sprays repelentes. No los olerás en la mayoría de las situaciones, pero tu gato no querrá acercarse a la fuente del olor, por lo que hará que el gatito se olvide de tu sofá para siempre.
También puedes fabricar tu propio repelente de gatos en casa. Cuando los gatos marcan su territorio, dejan una especie de grasa que les recuerda que tendrán que volver a hacerlo pronto. Lava la zona con una mezcla de agua y jabón neutro, o limpia el área donde tu gato se rasca habitualmente con un algodón o paño empapado en alcohol.
Pero ten cuidado; rociar al gatito con este tipo de mezclas y artículos puede irritarlo mucho, y perderá la confianza que tiene en ti.
4. Hierba gatera
No se sabe qué hace la hierba gatera para que los gatos la amen con tanto entusiasmo. Si nunca la has probado, te sorprenderá lo bien que funciona y serás testigo de cómo tu gato entra en un trance místico.
Como resultado, tendrás que utilizar la hierba gatera como arma secundaria. Lo que te recomendamos es que cubras los postes de rascado con hierba gatera para que no puedan resistirse al aroma y se olviden del sofá, lo que funciona de maravilla.
Si combinas esto con los repelentes de los que hablábamos antes, estarás enviando una fuerte señal al gato sobre los mejores lugares de la casa para relajarse y afilar sus garras.
5. Un entorno sin estrés
A la menor provocación, los gatos se preocupan, se ponen ansiosos y nerviosos. Es entonces cuando empiezan a arañar, morder y actuar de forma irracional. Por ello, es preferible que tu gato viva en un entorno libre de estrés.
Evita los ruidos desagradables, no te pelees con tu gato y construye pequeños refugios por la casa para que se esconda y se tranquilice cuando quiera, lo que le ayudará a evitar arañar tu sofá.
6. Usar réflex
El réflex irrita a los gatos. No estamos seguros de por qué, pero pocos gatitos se aventuran a acercarse a una zona en la que se haya vertido una pequeña cantidad de esta sustancia.
Si este es el caso, ¿por qué no intentar verter un poco en una zona de su sofá para mantener al gato alejado? Debido a que el olor de la reacción puede ser abrumador, te recomendamos que sólo hagas esto durante un corto período de tiempo hasta que enseñes al gato a utilizar el rascador.
7. En lugar de castigarlo, prémialo por su buen comportamiento
Regañar a tu gato sólo funciona en una situación: cuando les pilla arañando. Si tienes la tentación de reñirle más tarde, no servirá de nada, ya que no identificará su rabia con otra cosa que no sea el comportamiento que está haciendo en ese momento.
Como alternativa, se puede premiar el comportamiento positivo. Por ejemplo, dale una golosina después de que use el poste de rascado. Se ha demostrado que los estímulos positivos ayudan a los gatos a trabajar mejor que los estímulos negativos.
Adquiere un nuevo sillón
En caso de que tu gato ya haya estropeado tu sofá, no hay de qué preocuparse. En Fábrica Sofás, estaremos encantados de ayudarte a dar con el mejor sofá para tu casa. Uno que sea más resistente y en caso de que tu gato se vuelva loco de nuevo, no termine estropeando tu sillón. ¿A qué suena bien?
