Es relativamente habitual encontrarse casos en los que se prescinde de comprar un sofá porque hay algún detalle del mismo que no se ajusta a las necesidades que se tienen. Los motivos pueden ser varios, pudiendo encontrarnos sofás que no se adaptan a las medidas del salón, sofás que tienen alguna esquina que no encaja con el espacio en el que se queremos ponerlos, sofás con el tejido diferente al que deseamos para el hogar, sofás que no se ajustan bien a nuestro cuerpo etc.
En estos casos, lo mejor es optar por sofás a medida, ya que podremos tener el tipo de sofá que nos guste en todos los aspectos, modificando cada detalle a nuestro gusto. Así pues, existe la posibilidad de elegir y cambiar cualquier parte de este mueble, desde las patas del mismo hasta el tejido con el que está cubierto.
Aunque es cierto que el precio es mayor en sofás personalizados, también lo es que las ventajas que ofrece compensan ese gasto extra que hay que hacer. Algunos de estas ventajas son las siguientes:
- Podremos colocarlos en cualquier espacio: El sofá se puede adaptar para que entre en cualquier lugar, sea cual sea la dimensión del mismo.
- Se adaptará a cualquier irregularidad: Da igual si hablamos de algún pilar o alguna esquina, los sofás a medida podrán adaptarse perfectamente.
- Podremos escoger el estilo que queramos: Los sofás a medida los podremos diseñar de manera que encajen con la decoración que tengamos en el salón.
- Posibilidad de adaptarlo a nuestro cuerpo: El sofá a medida cumplirá todos los puntos para adaptarse a nuestro peso, forma del cuerpo y las posturas que tengamos habitualmente.
- Se pueden añadir opciones concretas: Con un sofá a medida, se podrán añadir ciertos aspectos que puede que nos sean muy útiles, como pueden ser enchufes en el propio sofá, espacio de almacenamiento en el reposabrazos o posibilidad de extensión para estirar nuestras piernas, por ejemplo.
