Los nervios, el estrés y la ansiedad, pueden ser causantes de que por la noche no descanses correctamente. Seguramente habrás pasado alguna noche en la que las horas pasan mientras tú “comes techo”. Esto se conoce como insomnio y es un problema mucho más común del que pensamos, puesto que lo padecen gran cantidad de personas. Sin embargo, existe un método utilizado durante la Segunda Guerra Mundial que se ha convertido en infalible para dormir esas noches. ¿Quieres conocer cuál es? A continuación mostramos los detalles.
La falta de sueño afecta de forma negativa
El insomnio es un trastorno que puede convertirse en grave si no se ataja con rapidez. El hecho de padecerlo en el tiempo, pues significar la aparición de problemas de salud severos como la diabetes, enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares. Asimismo, provoca deterioro social y afecta a la toma de decisiones y a la concentración. El origen del método contra el insomnio del que hablaremos en este post, se remonta a la Segunda Guerra Civil, donde muchos soldados no podían dormir o tenían pesadillas debido al shock que tenían por todo lo que habían visto durante la guerra.
El hecho de que pasasen días con esta situación y que el estrés fuese el ingrediente principal de cada día, hacía que perdiesen incluso la razón por la falta de sueño y las pesadillas durante las pocas horas que disfrutaban de él.
Para dar solución a todo ello, la Escuela de Pre-Vuelo de La Marina de los Estados Unidos, desarrolló un método científico para poder dormir durante el día o la noche en menos de 2 minutos. El método, asegura un éxito del 96% tras haberlo practicado durante mes y medio aproximadamente.
¿En qué consiste el método?
Este método se divide en 4 partes. En primer lugar, la persona deberá relajar los músculos que hay en su cara uno a uno, incluyendo la lengua, los pómulos, la frente, mandíbula y los que rodean la cuenta de las ojos.
En segundo lugar, hay que centrarse en los hombros, relajándolos y dejándolos caer. Se debe hacer individualmente, primero el izquierdo y después el derecho. El tercer paso se centra en la respiración y en su control, es decir, inhalando y exhalando relajando el pecho. A su vez, relajaremos las piernas tal y como hicimos con los brazos.
Como último paso, se dedican 10 segundos a despejar el desorden mental. Se puede realizar imaginando imágenes placenteras. Como idea, la primera es ubicarse en una canoa en mitad de un lago mientras se observa un cielo azul. La segunda, imaginarnos acurrucados o acurrucadas en una hamaca de terciopelo negro en una habitación oscura. La última de ellas, se centra en pensar el mantra “no pienses” durante 10 segundos.
De esta forma y con la práctica, es posible vencer el insomnio y disfrutar de todos los beneficios que conlleva haber descansado correctamente. Así, será posible rendir en la universidad, el trabajo y en definitiva, en nuestro día a día.