Estudiar, trabajar o simplemente el estrés, nos obligan en multitud de ocasiones a tomar un respiro. realizar una pausa es muy beneficioso para nuestro cuerpo y mente, por lo que a través de prácticas como el yoga, pilates o simplemente, dormir se puede conseguir un estado de relajación muy placentero.
Disminuye el riesgo de padecer enfermedades
Cuando hablamos de dormir a modo de pausa, nos referimos a la siesta. Se trata de un parón que tiene múltiples beneficios para nosotros y a través de este artículo especificaremos cuáles son. En primer lugar, previene las cardiopatías. Este hecho se explica porque la siesta disminuye el estrés hasta un 37% y con ello, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. En caso de que exista falta de sueño, aumenta el cortisol y la intolerancia a la glucosa y la grasa, además de debilitar el sistema inmunológico y reducir los niveles de la hormona del crecimiento. Este hecho causa diabetes y enfermedades cardiovasculares. Al dormir, se libera la hormona del crecimiento que estimula el sistema inmunológico, reduciendo la ansiedad considerablemente.
Por otro lado, reduce la presión arterial. Según los estudios, dormir entre 45 minutos y una hora diaria, ayuda a disminuir el estrés y el ritmo cardíaco. En cuanto a capacidades, facilita el aprendizaje. Según otros estudios, quienes tienen la suerte de dormir la siesta, aprovechan mejor la tarde y trabajan más, a la par que aumentan un 10% su capacidad de aprendizaje.
Nuestras habilidades también se verán recompensadas
La concentración también se ve aumentada con la siesta. La siesta ayuda a mejorar las tareas que guarden relación con recordar listas de palabras u objetos. Así, facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nuevos datos. La creatividad se estimula también con ella, concretamente la zona del hemisferio derecho del cerebro, asociada con esta capacidad. Asimismo, cuando se alcanza la fase REM del sueño en la cual estamos soñando, permite que el tiempo a la hora de realizar conexiones entre ideas sea menor.
Los reflejos también se ven aumentados. Un estudio de la NASA a 747 pilotos, confirmó que quienes dormían diariamente la siesta hasta 26 minutos, cometían hasta un 34% menos de eneros en el trabajo y duplicaban sus niveles de alerta.
La siesta, según los estudios anteriormente citados, también favorece el aprendizaje abstracto a la hora de detectar el patrón general de una nueva información. Asimismo, fomenta la positividad, un factor clave en la vida. Quienes alcanzan la fase REM aumentan su receptividad ante la expresión facial de felicidad, mientras que quienes no la alcanzan, manifiestan miedo e ira. Al hilo de este punto, el estado de ánimo también se ve favorecido. La serotonina es un neurotransmisor que regula el sueño, el estado de ánimo y el apetito. Dormir provoca que nuestro cerebro se llene de serotononina, dándonos una enorme sensación de bienestar.
Ahora que conoces cuáles son los beneficios, es hora de ponerse ropa cómoda, la televisión en voz baja y relajarse hasta conseguir dormirse alcanzando la fase REM. Sin embargo, ten en cuenta que las siestas no es aconsejable que sobrepasen la hora de duración.